Quaresma V: Descobrim Maria
Hijo mío… ¿Por qué el corazón del hombre continúa siendo tan duro? Siguen sin entender tu mensaje, el sueño que tenías para nosotros: que nos amáramos con pasión y plenitud, como Tú nos has amado, y que perdonáramos hasta el fin. Pero una vez más los egos, los miedos y las ansias de poder han vencido. Todos ellos te escucharon y te recibieron con vítores ¿Por qué nos empeñamos en destruir aquello que nos hace bien?
Los demás se han ido. Solo quedamos María Magdalena, que llora desconsoladamente, Juan, paralizado sin saber que hacer y yo, con el pecho atravesado por el dolor de ver a un hijo injustamente ajusticiado. Pero la promesa hecha es más fuerte y la confianza en un Dios que no falla, ni olvida, me da fuerzas para mantenerme en pie.
Siempre luchaste por el más pequeño, el desconsolado, el apartado o renegado. Incluso en estos momentos de agonía cuidas de nosotros. Me pides que los cuide como a hijos, como te cuidé a ti… y le pides a Juan que cuide de mí. No nos quieres dejar solos.
Nos pides, una vez más, que el AMOR sea más fuerte que el miedo.
___________________________________
Sopla un aire nuevo. Algo dentro de mi me decía que no era el fin. No podía serlo. ¡Acércate, deja que te mire! Mi corazón rebosa de alegría. Comienzan a tener sentido todos aquellos momentos y palabras que guardaba en el corazón sin entender.
Dichosos los que sufren porque serán consolados, felices los hambrientos de justicia porque serán saciados. Pero no con la justicia de este mundo si no con la tuya, con tu misericordia. Conviertes lo más frágil en fortaleza y te sirves de nuestra debilidad como medio de salvación por tu Gracia. Engrandeces al más pequeño de tus hijos, en tu amor todo es firme.
Bien sabes que quisiera que te quedaras, volverte a tener entre mis brazos y cuidarte como cuando eras pequeño… Volver a la vida tranquila y sencilla en Nazaret; hacerte hoy para cenar aquella comida que tanto te gusta… Pero me dices que has de partir junto al Padre y nos encomiendas seguir con tu mensaje. Prometes enviarnos tu Espíritu para darnos fuerzas y ser constructores del Reino.
Y nuevamente espero y confío en un Dios que no falla nunca.
Ana Sanz Sánchez
Membre de la Comunitat Cristiana Sant Pere Claver del Clot
Komentarze